domingo, 2 de octubre de 2011

Belleza “radiante”, cosméticos y otros productos radiactivos


A principios del siglo XX, aprovechando la novedad de las investigaciones sobre radiactividad, empresas de cosmética fabricaron y distribuyeron productos radiactivos. Las prestigiosas marcas prometían una belleza “radiante”.


  

Undark y las chicas radiactivas


A principios del siglo XX se puso de moda la pintura a base de radio por sus propiedades fluorescentes, siendo muy común en las esferas de los relojes. En las fábricas las encargadas de pintar las esferas mojaban con la lengua el pincel, ingiriendo radio. Algunas incluso se lo ponían en los labios para resultar atractivas a sus maridos.




La piedra azul de Goiania


El Instituto Goiano de Radioterapia, una clínica privada localizada a un kilómetro al noroeste de Praça Cívica, fue abandonado en 1985. Una unidad de teleterapia, con cesio-137 en su interior, fue abandonada en el inmueble. A lo largo de los años siguientes, muchas personas sin hogar, ocupas y chatarreros entraron en el edificio.




Accidente radiológico de Zaragoza


El mayor accidente en la historia de la radioterapia ocurrió en España, en la unidad de radiología del Hospital Clínico de Zaragoza a finales de 1990. En el accidente se vieron afectados al menos 27 pacientes de cáncer que recibían tratamiento con el acelerador de electrones, de los cuales fallecieron 11, según cifras oficiales, aunque otras fuentes aseguraron que el número de fallecidos ascendió a 25.




La Catástrofe de Chernóbil




En la tarde del viernes 25 de abril de 1986, la plantilla del reactor número 4 del complejo nuclear de Lenin, ubicada en Ucrania, a 18km al Noroeste de la ciudad de Chernobyl, se preparó para realizar un experimento para el día siguiente.